Todos los sistemas están hechos únicamente de fundamentos, quienes son los que dan un margen fijo de capacidades para ser utilizadas o demostradas solamente cuando estos dirigen y soportan determinadas circunstancias. Es importante aprender a definir cuales son las circunstancias correspondientes de un sistema, debido sus fijas funciones, capacidades y propósitos.
Las circunstancias son solamente los recursos que están alrededor de un sistema contactando con él. Pero, aunque las circunstancias contactan con el sistema, siempre es el sistema quien las domina; eso es debido a que todos los sistemas siempre deben tener mayor potestad sobre lo que les debe o puede rodear, para así poder realizar sus correspondientes acciones productivas.
Ninguna circunstancia puede ser parte de un sistema, porque de ser así, esta se convertiría inmediatamente en un fundamento más del sistema, dejando de funcionar como una circunstancia mas para los alrededores del sistema. Aunque en muchas ocasiones los sistemas deben permitir el acceso de determinadas circunstancias a sus conductos interiores, ese acceso nunca las convierte en parte de él, ya que después de un estricto procesamiento son expulsadas como productos o desechos.
Para definir cuáles son las correspondientes circunstancias de un sistema, estas deben ser totalmente soportables y detectables ante el sistema que las debe manejar. Es necesaria esta definición debido a que un sistema nunca puede generar sus correspondientes productos si no contacta con las determinadas circunstancias que debe manejar.
Las circunstancias nunca pueden destruir a un sistema, porque de ser así intercambiarán de función, debido a que en todo caso o asunto, la naturaleza impone que todos los sistemas siempre deben permanecer funcionales y estables ante su correspondiente ambiente, porque de lo contrario no lograrían su función como sistemas.
Desde un punto de vista general, todo lo que existe solamente son sistemas, por lo que las circunstancias también lo son, pero cuando se fija el enfoque en un solo caso o asunto, se empieza a detectar la diferencia de potestad entre todos los sistemas detectados; solo quién más potestad contenga toma la función de sistema, el resto simplemente pasa a tomar la función de circunstancias para el sistema del caso o asunto determinado. Todos los sistemas tienen sus correspondientes capacidades, pero cuando se topan con uno de mayor capacidad terminan funcionando como circunstancias ante el sistema con mayor poderío y alcance.
Las circunstancias son solamente los recursos que están alrededor de un sistema contactando con él. Pero, aunque las circunstancias contactan con el sistema, siempre es el sistema quien las domina; eso es debido a que todos los sistemas siempre deben tener mayor potestad sobre lo que les debe o puede rodear, para así poder realizar sus correspondientes acciones productivas.
Ninguna circunstancia puede ser parte de un sistema, porque de ser así, esta se convertiría inmediatamente en un fundamento más del sistema, dejando de funcionar como una circunstancia mas para los alrededores del sistema. Aunque en muchas ocasiones los sistemas deben permitir el acceso de determinadas circunstancias a sus conductos interiores, ese acceso nunca las convierte en parte de él, ya que después de un estricto procesamiento son expulsadas como productos o desechos.
Para definir cuáles son las correspondientes circunstancias de un sistema, estas deben ser totalmente soportables y detectables ante el sistema que las debe manejar. Es necesaria esta definición debido a que un sistema nunca puede generar sus correspondientes productos si no contacta con las determinadas circunstancias que debe manejar.
Las circunstancias nunca pueden destruir a un sistema, porque de ser así intercambiarán de función, debido a que en todo caso o asunto, la naturaleza impone que todos los sistemas siempre deben permanecer funcionales y estables ante su correspondiente ambiente, porque de lo contrario no lograrían su función como sistemas.
Desde un punto de vista general, todo lo que existe solamente son sistemas, por lo que las circunstancias también lo son, pero cuando se fija el enfoque en un solo caso o asunto, se empieza a detectar la diferencia de potestad entre todos los sistemas detectados; solo quién más potestad contenga toma la función de sistema, el resto simplemente pasa a tomar la función de circunstancias para el sistema del caso o asunto determinado. Todos los sistemas tienen sus correspondientes capacidades, pero cuando se topan con uno de mayor capacidad terminan funcionando como circunstancias ante el sistema con mayor poderío y alcance.
Las circunstancias son vitales para la productividad de los sistemas, dado a que sin ellas los sistemas no tendrían recursos que controlar para brindar sus correspondientes productos.
