Controlar nuestras propias capacidades para tener control sobre los recursos no es una actividad fácil, se requiere de una voluntad firmemente constante y de un estudio eficaz, que nos permita ver y alcanzar todos los servicios ofrecidos por el sistema que se quiera dominar.
Los sistemas solo son recursos sincronizados y unidos que tienen mayor potestad sobre otros que están a su alrededor, según sea el asunto o caso. Por eso cuando nos topamos con un sistema, este se convierte en una circunstancia mas para nosotros, o terminamos siendo nosotros una circunstancia mas para el sistema, dependiendo de la función que se ejecute.
Siempre que buscamos obtener dominio sobre cualquier sistema, nos vemos obligados primeramente a contactar con él para así poder darle nuestras propias indicaciones, pero para lograr que ese contacto sea un éxito, es necesario que primero atendamos las indicaciones dadas por el mismo sistema antes de darle nuestras propias indicaciones al sistema. Esto sucede porque todo sistema posee una innata naturaleza, que al estar puesto en acción nos da y muestra una clara instrucción precisa acerca de él mismo, por lo que nuestro principal guía siempre debe ser el sistema; pero si vemos que no somos capaces de contactar con el sistema entonces debemos acudir a una instrucción dada por alguien ya experimentado, es decir un maestro, pues esto sucede cuando el sistema viene encriptado.
Un factor que debes siempre tomar en cuenta al momento de esforzarte, es el cifrado o la falta de componentes. Hay sistemas que ya han sido dominados por otros sistemas o personas, quienes por seguridad cifran el sistema organizando los componentes del sistema a su manera, eliminando un fundamento del mismo sistema o, colocando barreras que nos impidan acceder a él.
En todo el recorrido por dominar lo que está a nuestro alcance se halla un fenómeno muy importante que siempre nos acompaña, antes, durante y después de la obtención del dominio, este es, la persistencia. De no ser por nuestra constante acción, las distintas circunstancias serían quienes nos dominaran y nunca alcanzaríamos el dominio con los sistemas que nos rodean. Por eso antes, durante y después de contactar con el sistema, persistir en los objetivos es lo que siempre se debe hacer para lograr dominarle.
Los sistemas solo son recursos sincronizados y unidos que tienen mayor potestad sobre otros que están a su alrededor, según sea el asunto o caso. Por eso cuando nos topamos con un sistema, este se convierte en una circunstancia mas para nosotros, o terminamos siendo nosotros una circunstancia mas para el sistema, dependiendo de la función que se ejecute.
Siempre que buscamos obtener dominio sobre cualquier sistema, nos vemos obligados primeramente a contactar con él para así poder darle nuestras propias indicaciones, pero para lograr que ese contacto sea un éxito, es necesario que primero atendamos las indicaciones dadas por el mismo sistema antes de darle nuestras propias indicaciones al sistema. Esto sucede porque todo sistema posee una innata naturaleza, que al estar puesto en acción nos da y muestra una clara instrucción precisa acerca de él mismo, por lo que nuestro principal guía siempre debe ser el sistema; pero si vemos que no somos capaces de contactar con el sistema entonces debemos acudir a una instrucción dada por alguien ya experimentado, es decir un maestro, pues esto sucede cuando el sistema viene encriptado.
Un factor que debes siempre tomar en cuenta al momento de esforzarte, es el cifrado o la falta de componentes. Hay sistemas que ya han sido dominados por otros sistemas o personas, quienes por seguridad cifran el sistema organizando los componentes del sistema a su manera, eliminando un fundamento del mismo sistema o, colocando barreras que nos impidan acceder a él.
En todo el recorrido por dominar lo que está a nuestro alcance se halla un fenómeno muy importante que siempre nos acompaña, antes, durante y después de la obtención del dominio, este es, la persistencia. De no ser por nuestra constante acción, las distintas circunstancias serían quienes nos dominaran y nunca alcanzaríamos el dominio con los sistemas que nos rodean. Por eso antes, durante y después de contactar con el sistema, persistir en los objetivos es lo que siempre se debe hacer para lograr dominarle.
En síntesis, el domino sobre cualquier sistema se adquiere solo cuando logramos comunicarnos; por ello siempre se debe estudiar al sistema antes de usarlo, para obtener una efectiva comunicación con el sistema y no terminar esforzándote en vano.
