La comunicación es de alta importancia, por eso a lo largo de toda nuestra vida la encriptación de datos o mensajes obtiene una gran importancia en todos nuestros asuntos públicos y privados, pues al momento de comunicarnos nos permite optimizar o garantizar el tiempo de entrega con el receptor, y limitar o aumentar la cantidad de intérpretes capaces de entender los mensajes, asegurando así la propia llegada de los mensajes para el correspondiente destinatario.
Cualquier encriptación no es mas que la representación de un hecho por medio de uno o varios signos ya establecidos en un idioma o lenguaje.
Muchas veces cuando se necesita comunicar una percepción o una afirmación propia acerca de un acontecimiento, encontramos que se hace difícil mostrar a dicho acontecimiento tal y como es realmente, con toda su esencia, por eso terminamos encriptándo lo percibido por medio de cualquier idioma o lenguaje que nos lo pueda representar con acontecimientos de fácil elaboración para nosotros mismos.
Todos los idiomas o lenguajes son simples conjuntos de fenómenos organizados según un código, que los convierte en signos listos para encriptar. Los códigos son quienes definen el orden o la forma secuencial de los fenómenos que encriptan, y los signos son esos fenómenos ya organizados listos para encriptar. Gracias a que los idiomas poseen grandes conjuntos de signos, estos permiten la formación de simples secuencias de signos, denominadas claves, palabras o términos.
La encriptación no solo se utiliza para optimizar o facilitar la comunicación, también se usa para proteger un mensaje de intérpretes inesperados, cuando el código o la clave de la encriptación se le da solo a una cantidad limitada de intérpretes.
Como no podemos andar regenerando todos los acontecimientos que percibimos, nos vemos obligados a representarlos con un conjunto óptimo y estable de acontecimientos fáciles de alcanzar, como sonidos o formas. Esto lentamente va creando lo que se conoce como idioma o lenguaje, dependiendo del tipo de caso o asunto.
La encriptación es lo que a lo largo de la historia nos ha permitido comunicarnos con gran facilidad sin que el mensaje pierda confiabilidad ni precisión, de ella es que han salido los grandes idiomas que actualmente rigen nuestra comunicación, dado a que envés de mostrar el acontecimiento original solo se muestra un acontecimiento representativo, más fácil de crear y alcanzar.
Muchas veces cuando se necesita comunicar una percepción o una afirmación propia acerca de un acontecimiento, encontramos que se hace difícil mostrar a dicho acontecimiento tal y como es realmente, con toda su esencia, por eso terminamos encriptándo lo percibido por medio de cualquier idioma o lenguaje que nos lo pueda representar con acontecimientos de fácil elaboración para nosotros mismos.
Todos los idiomas o lenguajes son simples conjuntos de fenómenos organizados según un código, que los convierte en signos listos para encriptar. Los códigos son quienes definen el orden o la forma secuencial de los fenómenos que encriptan, y los signos son esos fenómenos ya organizados listos para encriptar. Gracias a que los idiomas poseen grandes conjuntos de signos, estos permiten la formación de simples secuencias de signos, denominadas claves, palabras o términos.
La encriptación no solo se utiliza para optimizar o facilitar la comunicación, también se usa para proteger un mensaje de intérpretes inesperados, cuando el código o la clave de la encriptación se le da solo a una cantidad limitada de intérpretes.
Como no podemos andar regenerando todos los acontecimientos que percibimos, nos vemos obligados a representarlos con un conjunto óptimo y estable de acontecimientos fáciles de alcanzar, como sonidos o formas. Esto lentamente va creando lo que se conoce como idioma o lenguaje, dependiendo del tipo de caso o asunto.
La encriptación es lo que a lo largo de la historia nos ha permitido comunicarnos con gran facilidad sin que el mensaje pierda confiabilidad ni precisión, de ella es que han salido los grandes idiomas que actualmente rigen nuestra comunicación, dado a que envés de mostrar el acontecimiento original solo se muestra un acontecimiento representativo, más fácil de crear y alcanzar.